miércoles, 5 de mayo de 2010

FUNDAMENTO NOETICO Y ONTOLÓGICO DE LA RELIGIÓN

Noético proviene de Nous y esta proviene a su vez de Noein:

Noein: visión pensante, pensamiento directo, captación directa mediante el pensamiento. La realización de esta actividad de aprehensión directa es la noesis. En general, nous suele traducirse por intelecto, pensamiento o espíritu. Platón llama nous a la parte superior del alma, la más divina, cuya actividad es la noesis que es la que permite el pleno conocimiento de las ideas. Aristóteles distingue entre el pensamiento dianoético, que es el proceso del razonamiento discursivo, del conocimiento noético que supone la captación inmediata de los principios. Entonces si la actividad del nous es la nóesis, su objeto es el nóema. Noético: Pensamiento Pensado

Ontológico: (del griego ontos, lo que está siendo o existiendo, y logos, estudio) Lo que se refiere al ser como concepto metafísico. En ocasiones, se opone a gnoseológico, con el fin de deslindar dos campos: el campo de lo real y el campo de lo mental. De lo que es real en cuanto tal, o de lo que existe en cuanto existe, habla la ontología; de lo que es meramente mental y del conocer como fenómeno mental habla la gnoseología. Para Heidegger lo ontológico es lo referible al «ser» en cuanto éste se opone a «ente», y representa el estudio filosófico de la misma realidad humana, que es la única manera de acceder a la comprensión del ser.

Para desarrollar estos fundamentos deben estudiarse desde el punto de vista antropológico religioso porque parten del SER humano como ser integral, que piensa, existe y transciende.
Fundamento Noético de la Religión: Es aquel que tiene que ver con la concepción de Dios a través del conocimiento reflexivo y aprendido del mismo en la conciencia humana. Llamada la filosofía reflexiva. Complementa a la razón y no la sustituye. Pero la auténtica reflexión no es una intuición del yo, y el yo pienso es solamente una verdad vacía y abstracta. Solamente puede hallarse en sus objetivaciones: en sus actos, objetos y obras. Se caracteriza como un análisis psicológico de los fenómenos de conciencia vistos desde su intencionalidad. (Husserl, Edmund)

1. La «conciencia pura», o la «conciencia trascendental»: todo ha quedado convertido en un ser de conciencia y, por lo mismo, todo es una vivencia intencional.

2. Todo queda reducido al «ser como conciencia y al ser que se da a conocer en la conciencia», al ser trascendental y al ser trascendente, respectivamente.

3. Porque la conciencia es siempre «conciencia de algo», en toda vivencia cabe distinguir dos componentes: el nóema, el objeto conocido, el «sentido», y la nóesis, el acto de conciencia.

4. La indagación del contenido de los nóemas, reducidos a hechos de conciencia, lleva al conocimiento, por esencias, por «sentidos» del contenido de conciencia, la mirada del espíritu o el rayo visual.

5. La fenomenología constituye el mundo puesto inicialmente entre paréntesis, por tres pasos sucesivos: la constitución del mundo material, del mundo animal y del mundo espiritual, o lo que es lo mismo, por la constitución de la cosa, del cuerpo y del espíritu.

Fundamento Ontológico de la Religión: Es aquel que tiene que ver con la concepción de la religión y lo divino desde el propio ser, interno, dentro de cada individuo. Se divide en existencial ontológica que parte de la búsqueda del sentido de ser y del hombre, desarrollada principalmente por Ortega, Jaspers y Heidegger. Hasta llegar por vía antropológica transcendental que enfatizan Blondel, Rahner y Zubiri. También estas vías desembocan en la llamada antropológica evolucionista donde halla el sentido y orientación del hombre en el impulso vital de Dios que lo lleva desde el interior (Bergson) o desde afuera como meta (Teilhard).

Según Zubiri, busca contestar a la pregunta: La religión es algo accidental y fortuito en la vida del hombre?.

Para resolver este problema, bucea en el interior del hombre y encuentra el sentimiento de dependencia inscrito en su misma esencia. Según esto toda referencia del hombre a Dios pasa por la conciencia sentiente y la conciencia racional. No son distintas, sino una sola con distinto nivel de profundidad. Para esto hay que aclarar el concepto de realidad y de inteligencia. La realidad es algo propio del hombre, es su manera de aprehender, es un hecho de experiencia universal, “el hecho de que me estoy dando cuenta de algo que me está presente.” La inteligencia es la mera actualización de lo real en la inteligencia sentiente. De tal modo que sentir e inteligir no son dos actos distintos en el hombre sino uno solo: sentiente en cuanto es captado por los sentidos e intelectivo en cuanto se aprehende la dimensión de realidad de lo sentido.

El problema de Dios viene a convertirse en problema del hombre, como algo esencial en la constitución misma del ser humano.

La experiencia de hacerme persona es experiencia de lo absoluto y ésta en la medida que es experiencia de mi ser personal es justamente experiencia de Dios.

Entonces el fundamento Ontológico puede explicarse en tres fases en el individuo:

Existencial: (Experiencia primigenia, saberse siendo-con-otros-en-el-mundo)

Fenomenológico: (Sentido de la vida individual y colectiva)

Final Trascendente: (El hombre llega a conocerse a sí mismo de forma exhaustiva y se realiza)
La conciencia de finitud del hombre entraña la conciencia de su potencial infinitud. Las tres fases, mutuamente escalonados son la base de la cuestión de Dios y su fundamento. Sobre este eje a girado la afirmación de Dios en la cultura y la filosofía.

A partir de estas fases, se puede decir también que es un fundamento antropológico, ya que el hombre tiene una capacidad originaria que le permite relacionarse con una realidad superior con conciencia de dependencia. Esta clase de relación se viene dando desde los albores de la humanidad y demuestra el sentido moral de los pueblos más antiguos que se conocen. Para que se de este fenómeno, se tiene de dar unas condiciones antropológicas para que adquiera el carácter de religiosa:

1. Dependencia de un ser personal (relación con una persona).

2. Relación plenificadora (debe hacer “ser” más a hombre).

3. Experiencia de Encuentro ( desde lo interno de la conciencia).

4. Conciencia de Participación (Deificación) (El hombre participa de la vida divina, no por propias fuerzas sino por donación gratuita de Dios que concede al hombre la capacidad de transcender).
Por el conocimiento de este hecho, todo hombre cobra conciencia de un ser distinto especial que lo hace ser impulsándolo a realizarse plenamente. Este proceso llamado Religación (conexión del hombre con su realidad de ser-en-Dios), la religación es una dimensión constitutiva de la persona humana, es decir, una capacidad dada por Dios que nos diferencia en el reino animal.

Se parte del principio que no es el hombre la verdadera causa de la religión, sino el mismo Dios.
Realizado por: Miguel Da Costa.
Bibliografía

VELEZ CORREA Jaime, Al Encuentro con Dios, CELAM, Tercera Edición. Bogotá
LUCAS HERNANDEZ Juan De Sahagún, Fenomenología y Filosofía de la Religión, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1999.
LUCAS HERNANDEZ Juan De Sahagún, Dios Horizonte del Hombre, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1999.
MARQUINEZ ARGOTE Germán, Metafísica desde Latinoamérica, Universidad Santo Tomas, Segunda Edición, Bogotá 1980.
VALLMAJO RIERA L. Historia de la Filosofía, Bachillerato Edebé.

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